martes, 25 de octubre de 2011

LOUISE BOURGEOIS Y ANTONI TÁPIES

Galería Soledad Lorenzo; es la segunda exposición de esta temporada. ¡Dos grandes artistas! entre  los siglos XX y XXI: Louise Borurgeois y Antoni Tàpies.


Louise Bourgeois y Antoni Tàpies, a modo de diálogo, muestran una selección de sus obras más recientes en la galería Soledad Lorenzo. Bajo el título  “Rencontré” la exposición propone un encuentro entre dos de los artistas más reconocidos a nivel internacional. No es la primera exposición conjunta; en este mismo año, la galería Lelong, París, realizo otra.

Louise Bourgeois (París, Francia, 25 de Diciembre de 1911-Nueva York, Estados Unidos 31 de mayo de 2010) fue una reconocida escultora y artista francesa naturalizada estadounidense en 1955. Su mundo es territorio físico y corporal. Un territorio que ha podido darse a conocer gracias a su larga trayectoria y su extensa obra.

En 1937 conoce a Robert Goldwater, historiador de arte estadounidense, que se casará con ella y con quien se trasladará a Nueva York al año siguiente. Allí prosiguió el camino que había iniciado en París y llevó a cabo sus primeras exposiciones impregnando sus obras, en especial esculturas, de esa vena psíquica, procedente de sus traumas personales. Los padres de Louise Josphine Bourgeois eran restauradores de tapices, lo que, según ella, no fue determinante en su carrera artística. Sin embargo, desde los diez años empezó a ayudar  a sus pares con los dibujos de los tapices  y a complementarlos. Tras obtener el bachillerato en 1932, estudió matemáticas  superiores en la Sorbona, y geometría, esperando encontrar así un orden y una lógica en su vida. Desde niña, era turbulenta y se dio cuenta de que su niñera era amante de su padre.
“Una artista  es capaz de mostrar cosas que a otras personas  les aterraría expresar” Louise Bourgeois.

Entre las obras de Louise Bourgeois que figuran en la exposición  “Rencontre” figuran: Una celda de acero con una cabeza negra en su interior: Cell XVI (Portrait)  2000; dos vitrinas, Hand, 2001 que presenta una mano de tela roja y Oedipus, 2003, ésta contiene una serie de pequeñas figuras rosas también de tela; The fragile, 2007. Asimismo una serie  de 36 dibujos en pequeño formato sobre tela presentan estudios de su reconocible iconografía sobre la araña y la figura materna, como símbolo de protección e inteligencia (bellísimos…)  Y por último una escultura compuesta por acero, telas, vestidos, neumáticos y esculturas de trapo con forma humana, Untitled, 1996.




También la obra de Antoni Tàpies (Barcelona, 1923) presenta un  importante componente físico y corporal, pero en su caso dirige la reflexión en otro sentido. Su búsqueda se centra en la exploración del espacio y su relación  con la materia (ya sabéis la materia es mi debilidad y Tàpies lo es).  El existencialismo se plasma en su pintura a través de simbología recurrente con referencias a temas capitales en su obra como la vida y muerte, el amor y el dolor.


“Pienso que una obra de arte debería dejar perplejo al espectador, hacerle meditar  sobre el sentido de la vida” Antoni Tàpies.


Todo ello compone una iconografía propia que se plasma en sus iconos como cruces y asteriscos entre otros símbolos. Tàpies continua la tradición pictórica expandiendo el terreno de la pintura al incluir en su obra materiales, objetos y texturas, tal como se comprueba en sus  pinturas matéricas como: Armari amb collage, 2010 y Samarreta i mitjó,  2007. En su pintura de mayor formato Esfinx , 1989, está presente el carácter propio de su obra en la que recrea a través de la materia muros o paredes, a los que añade distintos elementos. De la documentación que tengo sobre Tàpies, escojo el catálogo  de una gran exposición antológica en el MEAC Madrid Mayo-Julio 1980. Texto de: José Mª Valverde. Retomo un texto de Antoni Tàpies, de juventud, con el que se abre el catálogo:

¿Cómo hacer para mirar limpiamente, sin querer encontrar en las cosas lo que nos han dicho que debe haber, sino simplemente lo que hay?

Cuando miráis, no debéis pensar nunca lo que la pintura –o cualquier otra cosa de este mundo- “ha de ser”, o lo que muchos quieren que se limite a ser. La pintura puede serlo todo. Puede ser una claridad solar en medio de un soplo de viento. Puede ser una nube de tormenta. Puede ser la huella del pie de un hombre en el camino de la vida, o un pie que ha golpeado el suelo -¿por qué no?- para decir “¡basta!”. Puede ser un aire dulce de alborada, llena de esperanzas, o un aliento agrio que despide una cárcel. Puede ser las manchas de sangre de una herida, o el canto en pleno cielo azul, o amarillo, de todo pueblo. Puede ser lo que somos, el hoy, el ahora y el siempre.
Antoni Tàpies: En el seminario juvenil Cavall Fort, nº 82, 1967 (Traducción del catalán)

Esta exposición, creo que a toda mi generación nos enseñó lo VELAZQUEÑO  de Tàpies.


Vuelvo a “Rencuentro”, Ambos artistas mantuvieron una relación personal aunque sus lugares  de residencia les separasen. Estados Unidos y Francia han sido respectivamente sus lugares de residencia durante la mayor parte de sus trayectorias, como demuestra el hecho de que la primera exposición que se hizo en España de Louise Bourgeois fuera en la fundación Tàpies en 1991.

Con motivo de la celebración de su 25 Aniversario, durante la temporada 2011-2012, la galería Soledad Lorenzo programa una serie de exposiciones que conmemoran estos 25 años en el mundo del arte desde su inauguración  el 6 de noviembre de 1986.

Espléndidos artistas e impecable exposición.

© Mariví Otero 2011


Bibliografía: Nota de prensa Galería Soledad Lorenzo. Madrid. Enciclopedia Wikipedia 
Biblioteca personal. Fotos M. Otero

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