Con motivo de Apertura2019 (otoño en Madrid), la Galería José de la Mano presenta por primera vez el personal
leguaje escultórico de la argentina Noemí Martínez (Buenos Aires, 1934),
obras entre 1954-1969. La artista cursó estudios en su ciudad natal en las
Escuelas Nacionales de Bellas Artes Manuel Belgrano y Prilidiano Pueyrredón, trasladándose
con su familia desde Argentina a España en la década de 1950. Instalada ya en
Madrid se matricula en algunas asignaturas de la Escuela de San Fernando, donde
entraría en contacto con artistas como Lucio Muñoz, Vento, Rivera, Arcadio
Blasco, Lara, Valdivieso o Mampaso con quien finalmente acabaría contrayendo
matrimonio.
Noemi Martinez, Abstracción, c. 1964-1969
Noemí Martínez también acude a las
clases de modelado en la Escuela de Artes y Oficios del profesor y escultor Ángel Ferrant (1890-1961), la atención
de Ferrant como profesor, se dirigía de modo primordial a procurar que el
alumno fuese tomando consciencia de sus facultades, por un proceso interior que
le fuera revelando ante sí mismo el sentido de su misión según su natural
entender y no de manera impuesta por una normativa inflexible y general.
Por ello consideraba que una escuela de
arte debe ser ante todo, un lugar de experimentación. “No actúo –decía- con la
idea de enseñar, sino de impulsar. El arte no se aprende, sino que se aprehende;
se puede indicar un vehículo y en ese sentido
va implícita una enseñanza”. Ángel
Ferrant, se convertiría en un auténtico referente artístico y docente a lo
largo de toda su carrera profesional y donde conoce a otros escultores ya de su
generación como José Luis Sánchez.
Noemi Martinez, Sin titulo, 1954
Las esculturas de estos primeros años son muy influidas por lo que
entonces estaba de moda entre los artistas más inquietos, son piezas hechas en
escayola patinadas en color bronce o de la cera perdida pasadas a bronce. El
resultado final del conjunto, realizado a lo largo de esos años, tiene una
apariencia más áspera que su obra posterior, y una dimensión telúrica –un
concepto entonces tan de moda- Sin embargo, los elementos que subyacen en ellas
tienen vínculos con sus obras siguientes, de los que en realidad nunca se
alejará. Entre ellos está el trabajo con elementos de la naturaleza Silencio
orgánico (1954-1969), son las obras que vemos en la exposición, algunas
de estas esculturas orgánicas estuvieron en la exposición: “Mujeres en el Arte
Español. 1900-1984” en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid, en 1984. La
obra de Noemí Martínez había permanecido, sin embargo, como en el caso
de otras muchas mujeres, silenciada hasta ahora en la estricta intimidad de su
taller.
Esculturas en yeso con pátina de bronce.
El espíritu y las creaciones de Ángel
Ferrant hacía tiempo que habían comenzado a tener un peso evidente en
Noemí, así como el vínculo con la enseñanza. A partir de mediados de la
década de 1960 Noemí comenzó a dar clases en el colegio Estilo a alumnos de
Enseñanza General Básica y Bachillerato, a los que mostraba la enorme
diversidad de posibilidades plásticas y un amor por el arte que no eran comunes
en las escuelas tardofranquistas. La diversidad de técnicas y el fomento de la creatividad eran elementos
principales de sus clases, tarea prolongada con espíritu similar desde 1985
hasta su jubilación en la clase de Didáctica de la Educación Artística de la
Facultad de Educación de la Complutense.
Noemí Martínez en su exposición con Marie Claire, (del Museo Salvador Victoria) y Mariví Otero.
La
Galería José de la Mano sigue en su línea expositiva de ir rescatando figuras
olvidadas de las décadas de 1950 y 1960 en España y Latinoamérica.
© Mariví Otero. 2019.
Manuel
Otero Rodríguez
Fuente: Noemí Martínez.
Silencio orgánico (1954-1969). Texto
catálogo: Pablo Llorca. Galería José de
la Mano. Madrid. Gabinete prensa: Alberto Manrique.
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