jueves, 19 de diciembre de 2024

GRADA KILOMBA. Opera to a Black Venus

 

En el Museo Nacional Reina Sofía visitamos Opera to Black Venus (2024) es el título de un ambicioso nuevo proyecto que la artista GRADA KILOMBA (Lisboa, 1968) artista portuguesa residente en Berlín, ha estado desarrollando durante los últimos dos años como resultado de una colaboración entre el Museo Reina Sofía y el Staatliche Kunsthalle Baden-Baden (Alemania). Kilomba imagina el escenario futurista de un paisaje árido donde el mar ha desaparecido, revelando un rastro de existencia humana. A ojos de la artista, el océano es el cementerio de millones de vidas perdidas a lo largo de los siglos, ya sea por la trata de esclavos, el colonialismo, la guerra, el cambio climático o las migraciones forzosas. “¿Qué nos diría mañana el fondo del océano si hoy se vaciara de agua?, se pregunta.

La exposición reúne una selección de obras, la más completa de sus trabajos hasta la fecha en España. Kilomba es conocida por su singular manera de contar historias, en las que da cuerpo, voz, forma y movimiento a sus propios textos a través de performances, lecturas escenificadas, vídeos, esculturas, instalaciones y paisajes sonoros. ¿Qué historias se cuentan? ¿Cómo se cuentan? ¿Y quién las cuenta? Son preguntas que persisten en la obra de Kilomba.

Su obra se ha descrito como un nuevo minimalismo poscolonial, en el que la multiplicidad y complejidad de lenguajes difumina la barrera entre disciplinas.

Comisario de la exposición Manuel Borja-Villel exdirector de Museo Reina Sofía.

 Caminamos por la exposición de manera relajada sentados de vez en cuando, es una videoinstalación a gran escala somos espectadores de la obra Opera to Black Venus (2024), que pone en escena la primera parte de una ópera contemporánea dedicada a una venus negra que habita en el fondo del océano y se convierte en el oráculo de narrativas del recuerdo y la resiliencia. Como es habitual, ha trabajado con artistas locales de la periferia de Lisboa, donde creció: desde sopranos, contraltos y tenores hasta percusionistas y bailarines de ballet, todos protagonistas de esta narración. Una irresistible corografía avanza hacia nuestros ojos, como si se desarrollase bajo el agua, con el sonido de los vientos, las voces y la interpretación improvisada a cuatro manos al piano de la artista y su hija presentada como un réquiem o un lamento por los que han sucumbido a las mareas de las aguas de todo el mundo.

Buscando bajo las olas, Kilomba nos guía a través de otras instalaciones de gran tamaño con poesía y materiales como telas madera quemada, piedra, arena y vidrio como escenarios de esta ópera contemporánea: 18 Verses (2022) es la cartografía de un naufragio arropado por potentes voces y sonidos instrumentales.


Sounds of Water (2023), un poema en luces de neón que revela una emotiva llamada.

Labyrinth (2024) una monumental instalación textil especial, alude a los caminos y rutas imposibles de la liberación y Compressed Time (2024), un sorprendente contraste entre piedras macizas y cubos negros pulidos nos invita a los espectadores a contemplar la intersección de las injusticias del pasado y las posibilidades del futuro.

Están presentes otros dos momentos de la trayectoria de la artista, la aclamada videoinstalación A Word of Illusions (2017-2019), compuesta por la interpretación de tres mitologías griegas trasladas a tiempos poscoloniales: Illusions Vol. I, Narcissus and Echo (2017), dedicada a las políticas de distorsión e invisibilidad; Illusions Vol. II, Oedipus (2018), dedicada a las políticas de violencia y genocidio, e Illusions, Vol. III, Antigone (2019) dedicada a las políticas de recuerdo y duelo.

Sus propios escritos se vuelven performativos: The Desire Project (2016), una videoinstalación de tres canales donde las palabras se convierten en imágenes en movimiento, y la percusión, en una forma de narrativa, y Tabla of Goods (2017), una instalación compuesta por tierra, azúcar, café, cacao y chocolate, como memoria de la hipnótica explotación cíclica.


Grada Kilomba, trabaja con una sólida subestructura psicoanalítica y filosófica, que se suma a su extensa labor como investigadora, analiza los sistemas dominantes de producción de conocimiento, proponiendo un proceso de desaprendizaje de las narrativas hegemónicas actuales.

Mariví Otero

Manuel Otero Rodríguez

Fuente: GRADA KILOMBA. Opera to a Black Venus. ¿Qué nos diría mañana el fondo del océano si hoy se vaciara de agua? Museo Nacional Reina Sofía. 20 de noviembre de 2024- 31 de marzo de 2025. Documentos y fotografías: Departamento de Prensa del Museo.

SIGMAR POLKE. Afinidades desveladas

Sigmar Polke fotografiando el cuadro Las viejas, de Goya, en el Palais des Beaux-Arts de Lille, 1982 Fotografía © Britta Zoellne.

En el Museo Nacional del Prado al encuentro de esta exposición en las salas C y D del edificio Jerónimos, el Museo del Prado y la Fundación Amigos Museo del Prado, presentan la primera muestra individual de Sigmar Polke (Oels, Silesia, 1941-Colonia 2020) en Madrid. Comisariada por Gloria Moure.

La relación entre Sigmar Polke y la figura y la obra de Francisco de Goya es el trasfondo de esta exposición, que subraya un conjunto heterogéneo de paralelismos que revelan de un modo atemporal una conexión en las temáticas y en las facturas. Desde el encuentro de Polke, en 1982, con la obra de Goya Las viejas o El Tiempo (1810-12), pertenecientes al Museo al Museo de Lille y que se presentan por primera vez en España junto a su radiografía, una imagen que desvela composiciones que atrajeron de manera especial a Polke. Este descubrimiento le animó a experimentar nuevas búsquedas artísticas.

Imagen de las salas de la exposición “Sigmar Polke. Afinidades desveladas” Foto ©Museo Nacional del Prado.

La exposición reúne más de cuarenta piezas del artista alemán, entre pinturas, fotografías y dibujos, no se desarrolla de un modo cronológico, sino a través de conceptos que atraviesan el tiempo, entrecruzándose con el uso de las diversas técnicas, poniendo de manifiesto la complejidad creativa de uno de los artistas fundamentales de nuestro tiempo.

La curiosidad indujo a Polke a explorar con rayos X lo que intuía que había detrás de la escena de Las viejas, lo cual proporcionó una rica concatenación de temáticas para desarrollar en su obra; pero, además, se detuvo en determinados fragmentos del lienzo que fotografió y luego agrandó en fotocopias que alteró dibujando sobre ellas.

Imagen de las salas de la exposición “Sigmar Polke. Afinidades desveladas” Foto ©Museo Nacional del Prado.

La investigación iconográfica de Polke sobre el cuadro alcanzó hasta los más mínimos detalles, como el conjunto de joyas que adornan a la dama de blanco, especialmente la flecha que se aloja extrañamente entre sus rizos y sus excesivos pendientes.

Importantes son también las pelucas que camuflan la calvicie de la pareja, porque a partir de ellas Polke extendió su interés a cualquier tipo de tocado. Igualmente, serían objeto de su especial atención la silla y el espejo inquisidor que sostiene la dama de compañía.

La importancia que adquiere la firma de Goya, agrandada en las fotocopias, se relaciona con la incorporación de la presencia del artista de formalización creativa, y a partir de ella se desencadena la fecunda conclusión entre la interacción casual o inducida y la asociación formal que invierte causas y efectos.

Imagen de las salas de la exposición “Sigmar Polke. Afinidades desveladas” Foto ©Museo Nacional del Prado.

El final de los años sesenta del siglo XX en el que Polke inicia su andadura en un tiempo de cambios en lo cultural y en lo político. La modernidad que Goya había visto nacer se pone en entredicho en su modalidad determinista. En las dos circunstancias un régimen antiguo había caído, pero si bien la fractura cultural anterior había permitido el intento de construcción de un nuevo orden de cosas estable, la del siglo XX apuntaba a soluciones más complicadas, que debían incluir el concepto de desequilibrio en todos los ámbitos culturales.

La exposición está distribuida en seis salas, abre con:

Cenizas sobre cenizas. Sobre tres bandas paralelas horizontales de tela estampada y de terciopelo (tal vez una bandera disimulada), Polke dispersa pigmento blanco sobre el que imprime cráneos semienterrados, que parecen concreciones de ectoplasma. El título, Cenizas sobre cenizas, es un catalizador metafórico y un multiplicador de alusiones. Es más que probable que esta vuelta a antiguas inquietudes no se hubiera producido sin la influencia de Goya, cuyos Desastres de la guerra pueden haber sido una referencia para esta obra en concreto. De todos modos, Polke extiende la dualidad entre resurrección y muerte, presente en el cuadro de Las viejas, a otros ámbitos de mayor alcance que el propiamente alemán, como es el caso de la modernidad, pero no se refiere a sus avatares epistemológicos durante los siglos XIX y XX, sino que se remonta a su inicio con la Revolución francesa.

Imagen de las salas de la exposición “Sigmar Polke. Afinidades desveladas” Foto ©Museo Nacional del Prado.

La visita se puede seguir obra por obra, con la magnífica guía sobre cada obra de Sigmar Polke editada para la exposición.

El recorrido a través de la exposición une los legados de dos grandes maestros creando un dialogo entre la experimentación formal de Polke y la carga simbólica de la obra de Goya.

Mariví Otero

Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Sigmar Polke. Afinidades desveladas. Museo Nacional del Prado.  Hasta el 25 de marzo 2025. Documentación y fotografías: Área de Comunicación del Museo del Prado.

DARSE LA MANO. Escultura y color en el siglo de oro

 

Imagen de las salas de la exposición “Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro.” Foto © Museo Nacional del Prado.

En el Museo Nacional del Prado vamos al encuentro de esta muestra especial, comisariada por Manuel Arias Martínez, Jefe de Departamento de Escultura del Museo Nacional del Prado, la exposición reivindica la importancia de la escultura policromada para una comprensión integral del arte español y presenta por primera vez al público cinco importantes obras recientemente  adquiridas por el museo: Buen y Mal Ladrón de Alonso de Berruguete, San Juan Bautista de Juan de Mesa y José Arimatea y Nicodemo, pertenecientes a un Descendimiento castellano bajomedieval.

San Juan Bautista Juan de Mesa Madera policromada 1623-27 Madrid, Museo Nacional del Prado

Una espectacular escenografía que acoge casi un centenar de esculturas de grandes maestros como Gaspar Becerra, Alonso Berruguete, Gregorio Fernández, Damián Forment, Juan de Juni, Francisco Salzillo, Juan Martínez Montañés o Luisa Roldán. Junto a ellas, pinturas y grabados que, como en un juego de espejos, las emulan o reproducen, y piezas clásicas que dan testimonio de la importancia del color en la escultura desde la Antigüedad.

Los primeros pasos de Jesús Luisa Roldán, La Roldana Terracota policromada h. 1692-1704 Museo de Guadalajara.

Ya en la exposición, caminamos por las diferentes secciones: I Dioses y hombres de bulto y de colores. II Escultura para la persuasión. III Artífices y mediadores divinos y humanos. IV Volumen y policromía. V Negro de luto en un juego de espejos. VI Escultura, tetro y procesión. VII El círculo cerrado, de la traza al trampantojo a lo divino:

Desde la Antigüedad, el color fue incorporado al volumen tanto mediante el uso de materiales de diverso cromatismo como aplicando pigmentos directamente sobre las superficies. Ambas posibilidades confluirían en el mundo hispánico de la Edad Moderna, donde, con la madera como protagonista, los postizos convivieron con refinadas labores de policromía. La unión de escultura y color no solo logró entonces elevadas cotas de excelencia, sino que potenció la eficacia devocional de las imágenes, su capacidad para convencer y emocionar.

El arte de la escultura y sus primeros materiales, como el barro, la piedra o el hueso, estuvieron presentes en los relatos sobre la creación de los seres humanos desde los tiempos más remotos, comenzando por los mitos griegos, el primer hombre modelado por Prometeo o en las piedras arrojadas por Deucalión y Pirra tras el diluvio, y siguiendo por la historia bíblica de Adán y Eva.

Venus tipo Lovatelli con idolillo Taller pompeyano Mármol de Paros y restos de policromía Siglo I d. C. Nápoles, Museo Archeologico Nazionale di Napoli.

La corporeidad de la escultura propiciaba una correspondencia directa y natural con la realidad, y al mismo tiempo dotaba a lo divino de una apariencia tangible y humana, que se hacía más creíble a través de la gestualidad.

Teólogos y predicadores alimentaron historias prodigiosas y muchos defendieron la veracidad palpable de lo escultórico frente al ilusionismo de lo pictórico, cuya belleza era visible. Las mayores posibilidades narrativas de la pintura sirvieron sin embargo para dejar testimonio de sucesos milagrosos, contribuyendo a fijar en la memoria historias en las que lo natural y lo sobrenatural se confundían. También la estampa desempeñó un papel fundamental a la hora de difundir las principales devociones escultóricas.

Imagen de las salas de la exposición “Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro.” Foto © Museo Nacional del Prado.

El culto a San José y a su oficio de carpintero cobró especial importancia. El taller donde transcurrió la infancia de Cristo sirvió como metáfora de su posterior martirio en la cruz, y la trabajosa labra de la madera por parte del escultor como imagen de la vida cristiana entendida como un ejercicio de privación y renuncia encaminada a alcanzar la eternidad. Junto a la idea muy común del Dios pintor, los sermones también emplearon su imagen como supremo escultor. A él debía el ser humano su forma primaria, pero correspondía a cada hombre o mujer, a través de sus actos, “policromar” la obra divina con mayor o menor fortuna. Escultura y pintura se fundían así en una síntesis perfecta al servicio del relato sagrado.

Cristo del Perdón Luis Salvador Carmona Madera policromada y postizos 1756 Nava del Rey (Valladolid), Clarisas Capuchinas.

Gracias a su bajo coste y su arraigada tradición, la madera se alzó como el material por excelencia de la escultura, susceptible de colorearse para simular la piel, pero también vestidos que podían adaptarse a la moda de cada momento. El trabajo de la policromía ya fuera obra del autor de la talla o de un artista especializado, alcanzó una enorme sofisticación técnica y una gran consideración. El resultado podía realzarse con telas encoladas o reales, pero también con joyas marfil, vidrio o pelo auténtico. Todo ello para crear representaciones familiares y cercanas, con las que los fieles se identificaban con naturalidad.

La Inmaculada Concepción Gregorio Fernández Madera policromada, plata y postizos h. 1630 Monforte de Lemos (Lugo), monasterio de Santa Clara.

La imagen de la Virgen de la Soledad, venerada en el convento de la Victoria de Madrid desde 1568 y perdida en un incendio en 1936, constituye un paradigma de la interrelación entre pintura y escultura.

Su singularidad se fundaba asimismo en su hechura milagrosa. La leyenda presentaría a su artífice, Gaspar Becerra, como una suerte de médium en contacto con la divinidad, que le daría las instrucciones para crear la icónica obra. Una escultura de vestir cubierta con un sencillo atuendo de luto blanco y negro. Encontramos aquí un nuevo vinculo con la Antigüedad, donde el negro ya era expresión visual del dolor y la muerte. La Soledad ejemplifica además el potencial de la interacción entre escultura, pintura y estampa.

La Virgen de la Soledad Atribuido a Sebastián Herrera Barnuevo Óleo sobre lienzo h. 1665 Madrid, Museo Nacional del Prado.

Los pasos procesionales, ya fueran de figuras individuales o de grupo, como escenas congeladas, potenciaron los valores dramáticos por medio de las actitudes contrastadas, el vivo cromatismo o el dinamismo de las composiciones.  A su expresividad y capacidad comunicadora contribuiría asimismo el atractivo de su contemplación en movimiento. Algunas figuras, se articulaban para aumentar su efecto y su influencia sobre los fieles.

Estas formas de religiosidad popular serían cuestionadas por los ilustrados. Uno de ellos, el padre Isla, llegó a calificar esas imágenes y sus representaciones escénicas de “títeres espirituales”.

La policromía también desempeño un papel fundamental en esa búsqueda de la verosimilitud, tanto la de los atuendos como la de la anatomía.

Sed tengo Gregorio Fernández 1612-16 Madera policromada y postizos Valladolid, Museo Nacional de Escultura.

La interrelación entre la escultura y la pintura tuvo en los proyectos dibujados para los altares y retablos una de sus más interesantes manifestaciones. Durante los oficios  sagrados, La palabra y la música se fundían con estas espectaculares estructuras para crear una obra total, al modo de una gran ópera.

Una idea similar se escondía tras los “verdaderos retratos” que se pintaron de las esculturas con una mayor fortuna devocional, trampantojos a lo divino que las mostraban en sus propios altares, a menudo flanqueadas por cortinas que, si en la realidad solían permanecer cerradas, velando el misterio, en estas pinturas se mostraban permanentemente abiertas, permitiendo una contemplación más íntima y cercana, porque “así la pintura como la escultura, dándose las manos componen un prodigioso un prodigioso espectáculo”.

Imagen de las salas de la exposición “Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro.” Foto © Museo Nacional del Prado.

Hasta el 2 de marzo de 2025 el Museo del Prado y la Fundación AXA, han organizado esta gran exposición que reflexiona sobre el éxito de la escultura policromada barroca y su complementariedad con la pintura.

Mariví Otero

Manuel Otero Rodríguez

Fuente: “Darse la mano. Escultura y color en el siglo de oro”. Museo Nacional del Prado. Documentación y fotografía: Área de comunicación del Museo Nacional del Prado.

Tiempos inciertos. Alemania entre guerras.

 

Tiempos inciertos. Alemania entre guerras.

Hemos caminado a CAIXAFORUM Madrid, al encuentro de la exposición Tiempos inciertos. Alemania entre guerras revive el florecimiento cultural creativo e intelectual de la República de Weimar, etapa marcada por la incertidumbre y la inestabilidad, pero también sinónimo de creación y progreso con influencias que llegan hasta hoy. Una visión transversal del rico periodo de entreguerras centrada en la etapa que va de 1918 a 1933.

Tiempos inciertos. Alemania entre guerras.

La exposición destaca por su mirada poliédrica y por la pluralidad de lenguajes museográficos, los visitantes nos trasladamos al universo de la República de Weimar. Lo hacemos a través de la escenografía, la música, el lenguaje audiovisual y la participación, nos muestra cerca de 90 obras junto a las piezas audiovisuales y musicales.

La República de Weimar, convirtió a Alemania en epicentro de la vanguardia, la experimentación y los cambios, y marcó un hito cultural en campos como la literatura, el cine, el arte, el teatro, la arquitectura y el diseño a través de numerosos artistas, entre ellos Thomas Mann, Fritz Lang, Otto Dix, Bertolt Brecht, así como de la Escuela de la Bauhaus, que contaba con profesores como Paul Klee, Wassilly Kandinsky entre otros.

Tiempos inciertos. Alemania entre guerras.

El primer gran ámbito, nos sitúa en los tiempos previos a la Primera Guerra Mundial en un salón burgués inspirado en la novela “Los Buddenbrook”, de Thomas Mann. El segundo explora las tensiones internas y los cuestionamientos de las viejas certezas que se dieron durante la República de Weimar: la representación del cuerpo humano; el individuo y el fenómeno de las masas; los dorados años 20 y las crisis económicas; los nuevos roles de género; la unión del arte y técnica en la Bauhaus; la innovación y la diversidad musical de esos años; la incertidumbre como principio de la ciencia; el descredito de la razón en la filosofía, y el fin del sueño democrático. El último ámbito propone una reflexión, un siglo después, sobre las incertidumbres de ese periodo y el modo en que reverberan hasta muestro mundo de hoy

Tiempos inciertos. Alemania entre guerras.

Bien venidos a El mundo de ayer

Al inicio de la exposición, los visitantes accedemos a una creación escenográfica de un salón burgués de finales del siglo XIX que representa el mundo estable y previsible que se acaba con el estallido de la primera Guerra Mundial.

Posteriormente, se nos desplaza por un espacio de transición escenográfica entre El mundo de ayer y la República de Weimar. Se trata de un pasillo estrecho y laberintico, inspirado en una trinchera de la Primera Guerra Mundial, con ambientación oscura e inquietante, y con efectos de sonido. Grandes cifras relativas a la primera Guerra Mundial aparecen proyectadas en las paredes.

Tiempos inciertos. Alemania entre guerras.

Una nueva Alemania; La República de Weimar

El segundo ámbito, el centro de la muestra, comienza ofreciéndonos el contexto de la fundación de la República de Weimar en la ciudad del dramaturgo, escritos, filósofo y naturalista Johann Wolfgang von Goethe y del escritor, filósofo e historiador Friedrich Schiller como símbolo de la voluntad de construir una nueva Alemania humanista e ilustrada.

Imágenes, documentos y texto dispuestos cronológicamente permitirán efectuar un recorrido por los hechos políticos más relevantes de la historia de la República, desde la Revolución de noviembre de 1918 hasta la elección de Hitler en 1933.

Tiempos inciertos. Alemania entre guerras.

Un presente incierto, los ecos de República de Weimar en la actualidad

Muchas de las tensiones e ideas surgidas durante la República de Weimar en la actualidad

Muchas de las tensiones e idea surgidas durante la República de Weimar resuenan todavía en nuestro mundo de hoy. En primer espacio y a través de un vídeo, personajes públicos contemporáneos como la filósofa Begoña Román; la reportera internacional Patricia Simón; el sociólogo Miguel Missé; la escritora y poeta Sara Torres; la comisaria del Sónar+D, Antònia Folguera, y el físico y fundador de Quantum Fracture, José Luis Crespo, ofrecen su visión desde el presente de las oportunidades y los malestares del mundo actual.

Tiempos inciertos. Alemania entre guerras.

Llegamos al último espacio, tenemos la oportunidad de participar y opinar en un juego de preguntas concretas de distintas disciplinas sobre nuestros tiempos inciertos. A través la de visualización de las respuestas, el recorrido acaba con contenidos dinámicos y cambiantes que reflejan la variedad de opiniones de los visitantes.

Tiempos inciertos. Alemania entre guerras.

Para este montaje se ha contado con la colaboración del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, el Museo Nacional de Artes Decorativas y el Institut Valencia d’Art Modern, que han prestado obras singulares del arte alemán de entreguerras, así como de instituciones alemanas como el Stadts Museum Berlín, el Käthe-Kollwitz Museum de Colonia y el Georg Kolbe Museum de Berlín-

Käthe Kollwitz (1867-1945)
Mutter mit zwei Kindern [Madre con dos niños]
1932-1936
Bronce

Mariví Otero

Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Tiempo inciertos. Alemania entre guerras. CaixaForum Madrid.17 octubre 2024- 16 de febrero 2025. Documentación: prensa CaixaForum Madrid. Fotografías: Mariví Otero.

DOROTHEA VON ELBE: La obsesiva manera de conformar un bosque.

 

DOROTHEA VON ELBE: La obsesiva manera de conformar un bosque.

En la Galería Rafael Ortiz (Sevilla) visitamos la exposición de la pintora Dorothea von Elbe, "La obsesiva manera de conformar un bosque".

El almez, el álamo, el eucalipto y el árbol botella, además de otras especies que habitualmente encontramos en nuestro paisaje urbano, conforman el bosque de papel que Dorothea von Elbe ha ideado para esta exposición como una instalación que inunda el espacio y convoca a la emoción de los visitantes mediante la técnica del grafito soluble en agua y el uso de la tinta de nogal. Su manera de trabajar persigue la impronta de lo inmediato, la frescura del trazo.

DOROTHEA VON ELBE: La obsesiva manera de conformar un bosque.

Importante pararse a ver las obras de Dorothea von Elbe.

Se puede visitar hasta el 24 de enero de 2025. Documentación y fotografías prensa de la Galería.

© Mariví Otero 2024

Manuel Otero Rodríguez.

NICOLÁS MULLER: BELLEZA Y COMPROMISO

 

NICOLÁS MULLER
Orosház (Hungría), 1913-Andrín (Asturias), 2000
F/20. Pablo Serrano, 1965.
Toma, año 1965. Copia de época.
Gelatinobromuro de plata. Papel baritado: 239 x 304 mm.
Donada por Ana Muller en 2006.

En la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, visitamos la exposición del fotógrafo húngaro Nicolás Muller (Hungría, 1913- Asturias, 2000): Belleza y Compromiso.

Nos paseamos por la sala que acoge un conjunto de trece obras del gran fotógrafo Muller, que forman parte de los fondos de Corporación. Además, se expone material bibliográfico y fotográfico procedente de la colección Pedro Melero / Marisa Llorente y un retrato de Nicolás Muller ante una escultura del escultor Pablo Serrano, de la Colección Ana Muller.

Comisario de la muestra: Publio López Mondéjar: Académico. Sección de Artes de la imagen.


NICOLÁS MULLER
Orosház (Hungría), 1913-Andrín (Asturias), 2000
F/14. Soledad. Cudillero
Toma, año 1965. Copia positivada por J.M. Castro Prieto en 2005
Impresión con tintas pigmentadas
Papel de algodón: 623 x 610 mm.
Adquirida en 2006 con cargo al legado Guitarte

"En Tánger estableció un estudio de retratos, que pronto se convirtió en el más prestigioso y visitado de la ciudad. En pleno Protectorado Español de Marruecos, Muller colaboró con el diario España y publicó dos de sus mejores libros "Estampas marroquíes" y "Tánger por el Jalifa", que venían a añadirse a los editados en Hungría y que mostraban ya a un fotógrafo en plena madurez, culto, delicado, comprometido y profundo conocedor de todos los secretos de su oficio en 1944, de la mano de su gran amigo Fernando Vela, cofundador de la Revista de Occidente y director en España, se acercó por primera vez a Madrid donde expuso sus fotografías en el hotel Palace. Tres años después abandono definitivamente Tánger, para trasladarse a Madrid. Tras su paso por dos estudios de retratos en 1947 se residenció en una luminosa galería de la calle Serrano, a un paso de la Puerta de Alcalá (la recuerdo siempre ahí)".

NICOLÁS MULLER
Orosház (Hungría), 1913-Andrín (Asturias), 2000
F/13. Bailarina Tajara. Larache
Toma, año 1942. Copia positivada por J.M. Castro Prieto en 2005
Impresión con tintas pigmentadas
Papel de algodón: 623 x 610 mm. 
Adquirida en 2006 con cargo al legado Guitarte

"A partir de su exposición antológica, "Nicolás Muller. Fotógrafo, celebrada en 1994 en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid y del extraordinario catálogo publicado por Lunwerg Editores, Muller comenzó a ser conocido como el más importante fotógrafo español de su tiempo; condición que comparte con su admirado Catalá-Roca, al que unían tantos puntos en común: la curiosidad, el talento, la afición a las artes, el gozo por su trabajo y el profundo conocimiento de los secretos de la vida y de su oficio.


NICOLÁS MULLER 
Orosház (Hungría), 1913-Andrín (Asturias), 2000
F/12. Pintando el barco. Las Palmas de Gran Canaria
Toma, año 1964. Copia positivada por J.M. Castro Prieto en 2005
Impresión con tintas pigmentadas
Papel de algodón: 623 x 610 mm.
Adquirida en 2006 con cargo al legado Guitarte

Desde 1994 se han multiplicado sus exposiciones en España y en diversos países de Europa y América. Entre ellas destacan, Nicolás Muller. "Obras maestras (2013)" y "Nicolás Muller, una mirada comprometida (2020)", que todavía continua itinerando por diversos países de Europa".

NICOLÁS MULLER
Orosház (Hungría), 1913-Andrín (Asturias), 2000
F/15. Monjitas en Lanzarote
Toma, año 1964. Copia positivada por J.M. Castro Prieto en 2005
Impresión con tintas pigmentadas.
Papel de algodón: 724 x 610 mm.
Adquirida en 2006 con cargo al legado Guitarte

La exposición se puede visitar hasta el 2 de marzo 2025. Documentación y fotografías: Prensa de la Academia.

© Mariví Otero 2024

Manuel Otero Rodríguez

Sueños Cromáticos de Nanda Botella

 

Sueños Cromáticos. Nanda Botella

En Fundación Bancaja vistamos la exposición "Sueños cromáticos" de la artista Nanda Botella (Valencia, 1960).

La muestra recorre la evolución de la artista valenciana durante los últimos diez años a través de sus grandes series temáticas, marcadas siempre por el uso de las formas y el color.

Comisariada por el crítico de arte y profesor de Estética y Teoría de las Artes, Fernando Castro Flórez.

Sueños Cromáticos. Nanda Botella

En la exposición podemos ver 40 obras entre pinturas, esculturas e instalaciones, en las que Nanda Botella se expresa a través de la potencia de sus colores caldera, rojos y azules y la exploración de materias como el pigmento, el textil, la cerámica, la madera o el metacrilato.

La exposición está presidida por la instalación de una estructura esférica de hierro que recuerda una colmena, y que contiene cientos de piezas de papel y cuerda, elementos que establecen un diálogo entre diferentes materiales e interactúan con el espacio para evocar la emoción de la creatividad artística usando las formas y los colores para construir profundidad y evocar transparencia. 

Sueños Cromáticos. Nanda Botella

Se puede visitar hasta el 7 de febrero de 2025. Documentación y fotografías, prensa de la Fundación Bancaja (Plaza Tetuán,23).

© Mariví Otero 2024

Manuel Otero Rodríguez

martes, 3 de diciembre de 2024

Esperpento. Arte popular y revolución estética.


Nuestra segunda visita al Museo Reina Sofía al encuentro de esta exposición la hacemos con los Amigos del Reina guiados por Esther Perruca.

Esperpento. Arte popular y revolución estética. Un recorrido que explora sus principales estrategias a través de una amplia selección de documentos, objetos y obras artísticas de diversa índole. Concebido y desarrollado por Ramón María del Valle-Inclán (Vilanova de Arousa, 1866- Santiago de Compostela, 1936) en la década de 1920, el esperpento, más allá de ser un género literario. Constituye un núcleo de pensamiento estético que propone una nueva perspectiva para entender la realidad mediante la combinación de distanciamiento crítico y deformación grotesca.

En la muestra se puede ver un variado repertorio de documentos de archivo y objetos, que incluyen procedimientos y formatos tradicionales que influyeron en la creación formal del esperpento: el romance de ciego y las aleluyas, la prensa satírica. El teatro de revista y la zarzuela, o los primeros dispositivos precinematográficos.

Obras de artistas españoles como Eugenio Lucas Velázquez, José Gutiérrez Solana, María Blanchard, Antonio Fillol Granell, Alfonso Rodríguez Castelao, Laxeiro (José Otero Abeledo), Miguel Prieto, Rosario de Velasco, e internacionales, como Umberto Boccioni, José Clemente Orozco, André Masson o Casper Neher.

Caminamos por la muestra a través de ocho secciones, con títulos que refieren a obras clave de Valle-Inclán, que examinan los principales temas y estrategias del esperpento y ofrecen un recorrido que atraviesa el universo cultural de la España del primer tercio de siglo XX, desde la Galicia natal del autor a la relación con los movimientos estéticos y políticos trasnacionales, poniendo de relieve que el esperpento constituye una propuesta estética que ha sobrevivido al tiempo y pensamiento de su creador.

Comienza con tres secciones que articulan una genealogía del esperpento a través de la transformación de las relaciones entre tecnología, visión y corporalidad durante el cambio del siglo XIX al siglo XX. La primera, denominada Antes del esperpento, parte de la tradición de lo goyesco y de las formas populares de cultura visual en la época decimonónica.


La segunda sección Visión de media noche, analiza las nuevas formas de percepción de la realidad a principio del siglo XX.

En la sociedad de la época también era común, en esta búsqueda de la realidad desde otros puntos de vista no convencionales, el consumo de sustancias psicotrópicas para alterar la percepción. El propio Valle-Inclán plasmaría esta distorsión, propia del esperpento, en La pipa de Kif (1919), obra que ofrece una perspectiva [cubista-futurista-estridente] próxima a la que las vanguardias artísticas estaban ensayando desde poco antes.

En esta sección se ha incluido entre las obras artísticas expuestas el tríptico Estados mentales futurista de Umberto Boccioni. Un préstamo del MoMA de Nueva York, que incluye tres pinturas realizadas en 1911: I. Los odioses, II. Los que se van, y III. Los que se quedan.

Cierra esta genealogía del esperpento la tercera sección Tablado de marionetas, donde los materiales de escena de la época conectan la farsa valleinclanescas recogidas en la obra Tablado de marionetas para educación de príncipes (1926) con el fenómeno de la -retreatalizacion del teatro-, término utilizado por el escritor Ramón Pérez de Ayala, y que define una tendencia en la que se le da más importancia a la escenografía, a una interpretación en la que se incorpora la gestualidad y a la introducción de elementos de vestuario para modificar la figura humana.

Nos encontramos con una reconstrucción hecha a escala real para esta exposición del Teatro del Piccoli de Vittorio Podrecca, y donde se podrán ver marionetas originales de década de 1940. Este espectáculo generaría interés al propio Valle-Inclán, quien declaró en 1921:” Estoy haciendo algo nuevo, distinto a mis obras anteriores. Ahora escribo para muñecos. Es algo que he creado y que yo título “Esperpentos”. Este teatro no es representable para actores, sino para muñecos, a la manera del Teatro del Piccoli en Italia”.

El honor de don Friolera y Martes de Carnaval cuarta sección, encontramos aquí fotografías de la guerra del Rif tomadas por Alfonso Sánchez García y su hijo, Alfonso Sánchez Portela, junto a obras de corte caricaturesco como las de Feliu Elías o Juan Gris, testimonio de la violencia política colonial de España.

En Los cuernos de don Friolera (1921), Valle Inclán enfocará la historia a través del Romance del ciego y el bululú. En esta sección la figura de José Gutiérrez Solana es indispensable para la formulación visual de lo popular y lo vanguardista, lo macabro y lo jocoso.

Luces de bohemia, la quinta sección, toma nombre de la obra teatral homónima de 1920. En la escena XII. Max Estrella, el protagonista, explica que “los Héroes clásicos reflejados en espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española solo puede darse con una estética sistemáticamente deformada”.

En la noche de Madrid se cruzan dos mundos que se contraponen: el de la bohemia, que representa el individualismo, y el anarquismo, ideología que impulsó y un importante movimiento colectivista de primeros de siglo XX en España. María Blanchard, Ricardo Baroja Nessi, José Gutiérrez Solana o Joan María Codina fueron algunos de los artistas que representaron la bohemia en imágenes. Mientras, las pinturas de Antonio Fillol plasmaron el fenómeno anarquista.

Retablos: una narrativa profanadora. Estamos en la sexta sección, los retablos de Valle-Inclán ponen el foco en la degradación de valores y vínculos que permearon todos los estratos de la sociedad. Instintos, pecados y pasiones se entrelazan en relatos polifónicos imbuidos de una mezcla de religiosidad y tradición popular que subvierte la lógica del mundo ordinario.

Llegamos al final de la exposición. Tirano Banderas y Ruedo Ibérico: un prólogo al “teatro de la violencia”.

Tirano Banderas, toma el nombre de la novela homónima escrita en 1926, después de su segundo viaje a Méjico, y en la que, a través de la historia de un tirano, elabora una crítica tanto al imperialismo como a la pervivencia de los regímenes despóticos, y que se representa en la pintura de José Clemente Orozco, El Tirano.

El Ruedo Ibérico, este es el final de la exposición, reflexiona sobre el proyecto narrativo inconcluso de Valle-Inclán y resume una interpretación trágica de la historia de España inmediatamente posterior a la muerte del escritor: guerra civil, posguerra y dictadura. El ruedo ibérico es una alegoría taurina de la historia nacional.

El régimen franquista recuperó la tauromaquia como fiesta nacional, celebrándose el 25 de junio de 1939, año de la victoria, una corrida en la plaza de toros de Badajoz donde dos años antes se había perpetrado una masacre, representada por Joaquín Martí-Bas en Fusilamientos en la plaza de toros de Badajoz.

Comisarios de la muestra: Pablo Allepuz, Rafael García, Germán Labrador, Beatriz Martínez-Hijazo, José A. Sánchez y Teresa Velázquez.

Un siglo después de su concepción, el esperpento sigue más vigente que nunca.

Mariví Otero

Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Esperpento. Arte popular y revolución estética. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. 9 de octubre de 2024- 10 de marzo de 2025. Documentación y fotografía: Departamento de Prensa del Museo Nacional Reina Sofía.